lunes, 16 de noviembre de 2009

Sensibilidad al límite


"[...] No pretendo sugerir que todas las personas creativas sean enfermas mentales, aunque sí lo han sido algunos de los grandes creadores. Sin embargo, los procesos reflexivos poco convencionales se manifiestan tanto en el enfermo mental como en la persona creativa. Según lo dicho hasta ahora, se podría concluir que los enfermos mentales y las personas creativas comparten la dificultad para procesar la información sensorial del mundo exterior, ya sea información verbal, sonidos no verbales o tensión emocional. Los enfermos mentales se sienten abrumados por la amenaza de la confusión y el desorden. Los individuos creativos se enfrentan a ese problema con la creación de un nuevo orden en sus obras y, de esa forma, controlan la amenaza."

("La música y la mente. Anthony Storr") Fotografía: Bud Powell, piano.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lo que Platón tenía que decir

Resulta muy estimulante descubrir como en la antigua Grecia trataban a la música con tanta veneración.

"[...] Los griegos de la época de Platón opinaban que el tipo adecuado de música era un poderoso instrumento educativo que podía transformar la personalidad de los que la estudiaban, induciéndoles a alcanzar la armonía y el orden interiores. De igual forma, el tipo inadecuado de música podía tener efectos muy perniciosos. [...] Platón, en "La República", se refiere a las palabras de Sócrates en los siguientes términos:

Afirmo, por tanto, Glaucón, que la formación musical es un instrumento más poderoso que cualquier otro porque el ritmo y la armonía encuentran un lugar en los internos lugares del alma, donde pueden imprimirse. Así, transmiten gracia y dignifican el alma de aquel que esté educado como es debido o hacen desgraciada el alma de aquel que no esté educado como es debido. Diré también que quien haya recibido esta educación verdadera del ser interior podrá percibir con mayor astucia las omisiones o faltas en el arte o en la naturaleza y lo hará con un buen gusto genuino. Y mientras canta alabanzas y se regocija por el bien que se aloja en el interior de su alma, y se hace noble y bondadoso, sabrá culpar con justicia y odiar al malvado, ahora que es joven, incluso antes de poder saber por qué. Y cuando la razón se persone, la reconocerá y la recibirá como a una amistad conocida gracias a la educación que ha recibido"

(La música y la mente. El fenómeno auditivo y el porqué de las pasiones. Anthony Storr)

miércoles, 28 de octubre de 2009

La creatividad en los niños 3ª parte.


"Uno de los mayores asesinos de la creatividad, no obstante, es más sutil y se halla tan profundamente arraigado en nuestra cultura que apenas si lo reconocemos. Tiene que ver con el tiempo.
Si la motivación intrínseca es una clave de la creatividad del niño, el elemento crucial para cultivarla es el tiempo: tiempo ilimitado para que el niño saboree y explore una actividad o un material en particular hasta hacerse dueño de él. Tal vez uno de los mayores crímenes que cometen los adultos contra la creatividad del niño sea el de robar ese tiempo a los niños.
Los niños, más naturalmente que los adultos, entran en ese estado último de creatividad llamado "flujo", en el cual la absorción total puede engendrar picos de placer y creatividad. En el estado de flujo el tiempo no importa; existe sólo el momento atemporal inmediato. Es un estado que resulta más cómodo a los niños que a los adultos, que son más conscientes del paso del tiempo.
Lamentablemente, los niños son interrumpidos, arrancados de su profunda concentración; su deseo de trabajar en algo hasta llegar al fondo resulta frustrado.
Es terriblemente frustrante que te interrumpan cuando estás en medio del proceso. Pero vivimos de una manera muy apresurada, de modo que una y otra vez se interrumpe a los niños en medio de cosas que les encanta hacer. Se les dan plazos, horarios. No existe tiempo para que se relajen a su propio ritmo.

La destreza -una de las metas esenciales de la infancia- se adquiere mediante las acciones repetidas una y otra vez. Esto significa practicar los pequeños pasos del camino, sin preocuparse por obtener resultados. Mantener ilimitadas las actividades del niño permite a éste hacer lo mismo una y otra vez en una variedad de formas diferentes y así perfeccionar aquello que se proponga hacer.
La repetición no sólo perfecciona la habilidad, sino que permite al niño sentir: "esta actividad es mía, es parte de mí·. Y a la larga eso puede ser más importante para la creatividad que la simple destreza técnica, pues le permite enamorarse de la actividad.

Placer, no presión

La creatividad florece cuando las cosas se hacen por placer. Cuando los niños aprenden una forma creativa, la protección de la alegría es tan importante-si no más- como "hacerlo bien". Lo que importa es el placer, no la perfección.

"Nunca legarás a nada"

Benny Golson, músico y compositor de jazz, recuerda que se dedicó con pasión a la música desde una edad muy temprana, casi con exclusión de otras cosas: "ni siquiera tenía pasatiempos. No hacía las cosas que hacían mis amigos de la infancia, porque estaba en casa tratando de aprender esto que se llama música. Recuerdo que una vez vino a verme un amigo, y yo estaba ocupado practicando. Él quería que hiciera otra cosa, y yo quería practicar.
"Cuando se marchó hizo un comentario muy desalentador -recuerda Golson-; dijo que de todos modos yo no iba a llegar a nada, ¿entonces por qué perdía el tiempo? Pero él no sabía que yo "tenía" que hacerlo"

La creatividad en los niños 2ª parte.

Los asesinos de la creatividad

*La vigilancia: Situarse junto a los niños, haciéndolos sentir que son observados constantemente mientras trabajan. Cuando un niño se halla bajo constante observación, el impulso creativo y las ganas de arriesgarse, resulta ahogado y se esconde.
*La evaluación: Hacer que los niños se preocupen por cómo juzgan los demás lo que ellos hacen. A los niños debe preocuparles en primer lugar si ellos mismos se sienten satisfechos con sus logros, en lugar de concentrarse en cómo los evaluarán o calificarán, o qué pensarán sus padres.
*Las recompensas: El uso excesivo de premios, como estrellas doradas, dinero o juguetes. Utilizados en exceso, los premios privan al niño del placer intrínseco de la actividad creativa.
*La competencia: Poner a los niños en una situación desesperada de ganar o perder, en la que sólo uno de ellos puede ocupar el primer puesto. Al niño debe permitírsele progresar a su propio ritmo. (puede haber, sin embargo, una competencia sana que fomente el espíritu de grupo o equipo)
*El exceso de control: Indicar a los niños exactamente cómo hacer las cosas: sus tareas escolares, sus trabajos, incluso sus juegos. Los padres y los maestros a menudo confunden esta manipulación con su deber de instruir. Esto provoca en los niños la sensación de que cualquier originalidad es un error y cualquier exploración, una pérdida de tiempo.
*La restricción de las elecciones: Decir a los niños qué actividades deben practicar, en lugar de permitirles que se dejen llevar por su propia curiosidad y pasión. Es mejor dejar que el niño elija lo que le interesa, y apoyar esa inclinación.
*La presión: Establecer expectativas exageradas para el desempeño del niño. Por ejemplo, los regímenes de entrenamiento tipo "invernadero" -que obligan a los niños muy pequeños a aprender el alfabeto o a contar antes de que tengan ningún interés real- pueden con facilidad tener el efecto contrario y producir aversión por el tema que se está enseñando

La creatividad en los niños


Considero esta información de gran interés para los padres, educadores y para los propios niños. Respetar un poco estas pautas puede determinar la diferencia entre que un niño sea constante y llegue a desarrollar una gran capacidad innata para la música (en este caso), o abandone todo esfuerzo por culpa de la insensibilidad de los que se supone que están para mostrarle el camino correcto:

"[...]Las exploraciones fundamentales del mundo de un niño son en sí mismas ejercicios creativos de solución de problemas. El niño comienza un proceso de inventarse que durará toda la vida. En este sentido, cada niño reinventa el lenguaje, el andar, el amor. El arte es redescubierto en el garabato inicial de un niño al que él llama "perro". La escultura comienza de nuevo cuando un niño descubre la delicia de modelar un poco de arcilla en una forma que representa una serpiente. La semilla de la matemática aparece cuando ese mismo niño se da cuenta de que la arcilla con forma de serpiente sigue siendo la misma cantidad de arcilla que empezó a modelar. La historia de la música se despliega en el momento en que un niño desfruta por primera vez al batir las palmas siguiendo un ritmo. "El núcleo de la creatividad -dice la psicóloga Teresa Amabile- está allí, en el niño: el deseo y el impulso de explorar, de descubrir, de probar, de experimentar con formas diferentes de manejar y mirar las cosas. A medida que crecen, los niños comienzan a crear universos enteros de realidad en su juego".
Nuestra experiencia de la creatividad en la infancia modela gran parte de lo que hacemos en la adultez, desde el trabajo hasta la vida familiar. La vitalidad -en verdad, la supervivencia misma- de nuestra sociedad depende de criar niños aventureros capaces de solucionar problemas en forma innovadora.

sábado, 24 de octubre de 2009

Pasos en la oscuridad

"[...]Las personas creativas se arriesgan -afirma Benny Golson, músico y compositor de jazz-. La persona creativa siempre camina dos pasos en la oscuridad. Todo el mundo puede ver lo que hay en la luz. Pueden amitarlo, pueden acentuarlo, pueden modificarlo, pueden darle una nueva forma. Pero los verdaderos héroes sondean en la oscuridad de lo desconocido.
Allí es donde descubres "otras cosas". Digo "otras cosas" porque, cuando se descubren, las cosas nuevas no tienen nombre y a veces desafían la descripción... como un recién nacido: no tiene nombre, desafía la descripción. Es arrugado. Se parece a la madre pero también al padre. Sin embargo, al cabo de un tiempo es hermoso y tiene un nombre. Muchas veces son así las ideas, las que creamos a partir de la oscuridad. La oscuridad es importante... así como el riesgo que la acompaña."

(Cita de Benny Golson en el libro "El espíritu creativo" por Daniel Goleman, Paul Kaufman y Michael Ray)

sábado, 17 de octubre de 2009

Cábalas con la guitarra


Sabias palabras las que contiene este libro que me acompaña ya desde mi primera adolescencia y que cada vez que consulto me regala nuevas perspectivas musicales.

"[...]Aprender y enseñar un arte es una cosa muy seria: se juega uno la vida. No es un aprendizaje cualquiera, un simple intercambio de conocimientos y habilidades. Convertirse en músico es un verdadero camino iniciático, aunque esto pueda sonar raro a los músicos. Hablar así quizás parezca exagerado o visionario, en este tiempo de masters de tarifas millonarias, titulaciones a todo trapo, universidades de lujo... y masificación de la enseñanza, frustración de vocaciones y falta de salidas profesionales. Un estudiante de música es un ser privilegiado: entre tanta confusión, ha sido tocado por el aura de una vocación especial que no le abandonará nunca más. A diferencia de quieres se implican en otros aprendizajes profesionales, nunca dudará, pero se verá implicado en un estudio constante que lleva toda una vida.

¿Qué es lo que hace falta, entonces, para iniciarse en el arte de la música?

Además de la vocación y el estudio, un maestro. Porque la música es un arte muy sutil: aunque existan millones de partituras y grabaciones, los caminos de la música no pueden escribirse. ¿Qué es un maestro? No es, o no es únicamente, alguien que enseña unos conocimientos o técnicas. Un maestro es un ejemplo. [...] El camino de la música implica poner la propia vida en juego, como he dicho, porque se trata de convertirse uno mismo en música: es decir, ser capaz de realizar aquella cualidad humana, de vibración y existencia, que la música expresa.

Para comprender y aprovechar la enorme sabiduría que este libro encierra, uno no puede situarse más abajo de este planteamiento. El objetivo de la música no es -no es solamente- producir sonidos armoniosos.

Aunque parezca paradójico, el objeto último de la música es el silencio: suscitar el descubrimiento del espacio de silencio interno de cada persona donde resuena la belleza, el amor y la verdad. La música es mágica porque tiene el poder de inducir esa empatía, la cualidad de despertar aquellas partes del código genético humano que encierran la música interna de cada persona. La música, toda la música que se pueda crear, está ya inscrita en nuestros genes: nace con nosotros. La palabra educación, en su sentido etimológico, se basa en una palabra latina que significa "sacar afuera". El educador es aquella persona capaz de hacer salir fuera de nosotros aquellos potenciales que ya tenemos pero no sabemos cómo exteriorizar.

lunes, 12 de octubre de 2009

Inteligencia emocional 2ª parte


Creo conveniente citar esta información porque la comprensión de este término puede ayudar a cualquiera y en cualquier ámbito a expresarse e interactuar de forma más adecuada y, puesto que la música es comunicación, sencillamente esto es digno de ser procesado.

"El término "inteligencia emocional" se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término, pues, que engloba habilidades muy distintas -aunque complementarias- a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual. En este sentido, hay personas que son cognitivamente muy inteligentes pero que, al adolecer de inteligencia emocional, terminan trabajando para otros con cocientes intelectuales inferiores pero que poseen una inteligencia emocional superior a la suya.
Estos dos tipos de inteligencia, la intelectual y la emocional, expresan la actividad de regiones diferentes del cerebro. El intelecto se basa exclusivamente en el funcionamiento del neocórtex, el estrato evolutivamente más reciente que recubre la superficie del cerebro, mientras que los centros emocionales ocupan un lugar inferior en la región subcortical más antigua. La inteligencia emocional, por últimos, está relacionada con el funcionamiento concertado y armónica entre los centros emocionales y los centros intelectuales.

[...] Cinco habilidades emocionales y sociales básicas:

*Conciencia de sí mismo: capacidad de saber lo que estamos sintiendo en un determinado momento y de utilizar nuestras preferencias para guiar la toma de decisiones basada en una evaluación realista de nuestras capacidades y en una sensación bien asentada de confianza en nosotros mismos.

*Autoregulación: Manejar nuestras emociones para que faciliten la tarea que estemos llevando a cabo y no interfieran con ella; ser conscientes y demorar la gratificación en nuestra búsqueda de objetivos; ser capaces de recuperarnos prontamente del estrés emocional.

*Motivación: Utilizar nuestras preferencias más profundas para encaminarnos hacia nuestros objetivos, ayudarnos a tomar iniciativas, ser más eficaces y perseverar a pesar de los contratiempo y las frustraciones que se presenten.

*Empatía: Darse cuenta de los que están sintiendo las personas, ser capaces de ponerse en su lugar y cultivar la relación y el ajuste con una amplia diversidad de personas.

*Habilidades sociales: Manejar bien las emociones en las relaciones, interpretando adecuadamente las situaciones y las redes sociales; interactuar fluidamente: utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar y resolver disputas; cooperar y trabajar en equipo.


(Trabajando con la inteligencia emocional. Daniel Goleman)

"El jazz es música viva"

"En los últimos treinta años, he tenido la buena fortuna de enseñar a cientos de bandas y a un incalculable número de estudiantes en diferentes ámbitos. Así como cada situación es única, los estudiantes comparten lo mismo en lo concerniente a perseguir una relación más profunda entre la música y la vida. Cada estilo de música presenta distintos desafíos que demandan el desarrollo de diferentes habilidades. El jazz requiere creatividad, comunicación y comunidad.

A través de la improvisación aprendemos a valorar nuestra propia creatividad; a través del swing coordinamos nuestra comunicación con los demás; y a través del blues aprendemos a encontrar y celebrar el "significado" en las trágicas y absurdas partes de la vida que afligen a cada comunidad. Ciertamente son tres cosas que vale la pena aprender. Creo que el jazz revolucionó el arte de la música por conferir al músico individual la autoridad de contar "su historia" y por proponer que incluso la historia mas larga puede ser contada, por elección, por un grupo de músicos igualmente llenos de energía. Nuestro sistema educacional todavía tiene que ser reajustado para acomodar esa revolución.

Por supuesto hay algunos educadores siguiendo el buen camino, pero muchos todavía ven esta música como exótica, misteriosa e imposible de enseñar. Algunos amantes del jazz creen que la música no puede ser enseñada en las escuelas cuando, la verdad es, que no puede ser enseñada en la forma en la que lo estamos haciendo. ¿Durante cuántas décadas debemos ver éstos métodos fallar? Es hora de empezar un serio esfuerzo por enseñar a nuestros chicos las glorias del jazz. No una forma de tocar escalas en una armonía, o alguna interpretación "jazzeada" de una canción de rock popular, sino un compromiso con las historias, canciones, ritmos y las vidas de aquellos que hicieron esta música tan vital, desde los inspirados bailarines que cobijaron este país en la década de los treinta a los muchos niños que honesta y entusiásticamente hay hoy en programas de jazz en todo el mundo, a los músicos locales que hay en pequeños clubs abriendo sus corazones y tocando en todas partes. El jazz es música viva y la educación no es anti-vida."

(Wynton’s exclusive op-ed article for DownBeat Magazine) Trad de Alberto Martínez Del Río.

sábado, 10 de octubre de 2009

Inteligencia emocional

Llevo todo el verano leyendo a tirones este libro mientras he estado tocando en una orquesta de Galicia de las que van por los pueblos ofreciendo todo tipo de estilos bailables. Sé que much@s sabreis a lo que me refiero. Lo he ido haciendo mientras viajaba en el furgón junto a mis compañeros, en las habitaciones de los hoteles hasta que el teclista o el músico de turno me suplicaba que apagase la luz para aprovechar las pocas horas disponibles para el descanso, en los bares de los restaurantes después de comer, entre pase y pase en las actuaciones... y creo que uno puede aplicar sus enseñanzas a cualquier ámbito laboral. Y dentro de la música, a cualquier situación también.
Ahora que terminé la temporada espero poder añadir mas artículos al blog aunque como siempre, humildemente recomiendo de corazón cualquier fuente que cuidadosamente voy citando con respeto y cariño por aquí.
Un saludo

"
La utilidad del modelado.

En el proceso de aprendizaje de toda conducta nueva, el hecho de contar con la posibilidad de tener la referencia de alguien que ilustre la habilidad que queremos desarrollar resulta inmensamente útil. Nosotros aprendemos obsevando a los demás y, de ese modo, las personas que expresan una determinada habilidad se convierten en una auténtica aula viviente.

El aliento y el esfuerzo

Para que una determinada habilidad termine arraigando debe ser aplicada a una situación laboral concreta. La falta de conexión entre el nuevo aprendizaje y la realidad laboral terminará disipando lo que acabamos de aprender y, cuando tal cosa ocurre, también se disipa nuestro entusiasmo por llevar a la práctica todo lo que hayamos aprendido."

(La práctica de la inteligencia emocinal. Daniel Goleman)

jueves, 25 de junio de 2009

Música y depresión

[...] En algunas ocasiones hemos oído que la música ha incrementado el estado depresivo de una persona, pero, a menos que alguien esté tan deprimido que no pueda reaccionar ante ningún estímulo externo, la música tiende a elevar el ánimo o, al menos, a mitigar la incapacidad de sentir interés por algo o por alguien, rasgo muy característico de la depresión. Es mejor sentir que la vida es trágica que ser indiferente a ella.
El escritor William Styron nos proporciona un brillante ejemplo de lo antes dicho. Durante meses, padeció una profunda y grave depresión. Al darse cuenta de que no podía enfrentarse al amanecer de un nuevo día, hizo los preparativos para el suicidio.

"Mi mujer se ha ido a dormir y yo me he obligado a ver una película en la que una joven actriz, que ha participado en una de mis obras, tenía un pequeño papel. En un momento de la película, ambientada en Boston en la última década del siglo XIX, los personajes atraviesan el vestíbulo de un conservatorio de música y desde sus paredes, con acompañanamiento de músicos invisibles les llega la voz de una contralto, un súbito y elevadísimo pasaje de la Rapsodia para contralto, coro masculino y orquesta de Brahms.
Ese sonido, igual que toda la música -de hecho, igual que todo el placer- a la que me había mostrado indiferente durante meses, atravesó mi corazón como un puñal y, en un torbellino de fugaces recuerdos, pensé en todas las alegrías que la casa había conocido: el correteo de los niños por sus habitaciones, las fiestas, el amor y el trabajo"

El súbito impacto que la música tuvo en Styron le hizo comprender que no tenía derecho a herir a sus seres queridos. Al día siguiente accedió a que lo internaran en un hospital psiquiátrico.[...]


("La música y la mente (el fenómeno auditivo y el porqué de las pasiones) Anthony Storr" bolsillo paidós.

lunes, 1 de junio de 2009

Sobre el "Groove"

"El que la música tenga un tiempo fácilmente predecible ayuda mucho a que nos conmueva (física y emotivamente). Los compositores consiguen esto subdividiendo de diferentes modos el compás, y acentuando algunas notas de una forma distinta de otras; en gran medida se relacciona también con la interpretación. Cuando hablamos de un gran groove en música, no estamos hablando en algún argot fabuloso de los años sesenta a lo Austin Powers; estamos hablando de en qué modo esas divisiones del compás crean un fuerte impulso. Groove es esa cualidad que mueve la canción hacia delante, el equivalente musical a un libro que no puedes dejar. Cuando una canción tiene un buen groove, nos invita a un mundo sónico que no queremos dejar. Aunque tenemos conciencia de la cadencia de la canción, el tiempo externo parece inmovilizarse y no queremos que la canción acabe nunca.
Groove se relaciona con un intérprete determinado o una actuación determinada, no con lo que está escrito en el papel. Puede ser un aspecto sutil de la actuación que viene y se va de un día para otro, incluso con el mismo grupo de músicos. Y, por supuesto, los oyentes discrepan respecto a si algo tiene un buen groove o no lo tiene, pero para establecer cierta base común aquí sobre el tema, la mayoría de la gente piensa que "Shout" de los Isley Brothers y "Super Freak" de Rick James tienen un gran groove [...] Pero no hay ninguna fórmula que indique como crear uno grande, como te dirán todos los músicos de R&B que han intentado copiar el groove de melodías clásicas como las de Temptations y Ray Charles. El hecho de que podamos señalar relativamente pocas canciones que lo tengan demuestra que no es fácil copiarlo. [...]
Los músicos están de acuerdo en general en que el groove es mejor cuando no es de forma estricta metronómico..., es decir, cuando no es de una perfección maquinal."

(Tu cerebro y la música. Daniel J. Levitin) RBA.

Ejemplos de canciones con buen groove:












martes, 12 de mayo de 2009

Musicophilia 2ª parte


Oliver Sacks nos habla también de la "Amusia" o disarmonía que consiste en que la persona puede escuchar música y percibir algo desagradable como si un montón de cacharros se precipitasen al suelo armando un gran estruendo. Es comprensible que en estos casos la persona carezca de interés alguno hacia la música.

Otro asunto fascinante es el tono absoluto:
"La gente que posee tono absoluto puede decir la nota de cualquier sonido de manera inmediata, sin pensar, sin reflexionar ni compararlo con un patrón externo. Pueden hacerlo no sólo con cualquier nota que oigan, sino con cualquier nota que imaginen en sus oídos".

Por último, y a modo de invitación a la lectura total de este libro, citaré un fragmento que aborda el tema de la psicopatía y la música que tanta polémica levantó apartir de uno de mis primeros artículos para este blog:

"En 1995, una terapeuta me habló de un paciente suyo, un "psicópata" al que había obsevado atentamente durante cinco años, y de la relación de éste con la música:

Como sabe, (los psicópatas) son grandes embaucadores cuyo rasgo más sobresaliente es la falta de emoción. Estudian a la gente normal y son capaces de ofrecer una simulación exacta de una emoción a fin de sobrevivir entre nosotros, pero el sentimiento está ausente. No hay lealtad, ni amor, ni empatía, ni miedo..., ninfuno de esos intangibles que componen nuestro mundo interior(...)
Mi psicópata era también un compositor y músico de talento. Nunca había estudiado de manera convencional, aunque era capaz de coger cualquier instrumento y tocarlo, y de dominarlo en uno o dos años. Le regalé un estudio de música electrónica para que pudiera componer. Rápidamente aprendió cómo funcionaba el equipo y comenzó a producir cintas con sus propias composiciones (...) La música parecía brotar de él prefectamente acabada. Tras oír su primera cinta escribí: "Viva y fresca, rebosante de energía en estado puro; dulce, poderosa y apasionada; intelectual pero mística; llena de sorpresas." (...) Cuando dejé de verlo, se me pasó por la cabeza que hubiera fingido las emociones en su música (...) aunque renía la profunda intuición de que el sentimiento de su música era aunténtico (...) de que la música era la única manera de expresar emoción, y de que su música contenía toda la pureza y profundidad de una emoción de la que carecía completamente el resto de su persona (...)
Se compró un saxofón, y al cabo de un año tocaba prefesionalmente en clubs populares de esta ciudad, y luego se fue a su amada Europa y se puso a tocar en la calle a cambio de unas monedas mientras elabora sus planes para defraudar a gente inocente y confiada. En alguna parte, en alguna esquina anónima de Praga, Zurich, Atenas o Amsterdam, la gente pasa junto a un saxofonista solitario que toca con mucho sentimiento, y no sospechan que se trata del hombre que yo llamo "el mayor compositor americano vivo", ni que es un peligroso psicópata."

martes, 21 de abril de 2009

Oliver Sacks "Musicofilia"

Oliver Sacks es un médico especializado en neurología clínica y psiquiatría de gran prestigio. Ha escrito numerosos libros fascinantes sobre gente con verdaderas patología extremas y como gracias a la plasticidad del cerebro se han adaptado a ellas de una forma u otra con resultados excepcionales.
Ahora ha escrito un libro llamado "Musicofilia" realmente interesante por el tema que nos toca. Como introducción, basta una cita a modo de historia para reflejar lo imprescindible de la información:

"Mi amigo Gerry Marks creció sin oír prácticamente música. Sus padres jamás iban a conciertos y rara vez escuchaban música en la radio; en su casa no había instrumentos ni libros sobre música. Gerry no sabía qué decir cuando sus compañeros de clase hablaban de músican, y se preguntaba por qué les interesaba tanto. "tenía el oído de un pedrusco", evocaba. "Era incapaz de entonar una melodía, no sabía si los demás afinaban al cantar, y no distinguía una nota de otra". A Gerry, que era un niño precoz, le apasionaba la astronomía, y parecía encaminado a una vida dedicada a la ciencia..., sin música.
Pero cuando tenía catorce años le fascinó la acústica, sobre todo la física de las cuerdas al vibrar. Leyó sobre el tema he hizo experimentos en el laboratorio de la escuela, pero cada vez más ansiaba tener un instrumento de cuerda propio. Sus padres le regalaron una guitarra para su decimoquinto aniversario, y ponto aprendió a tocar solo. Los sonidos de la guitarra y la sensación de pulsar las cuerdas le entusiasmaban, y aprendió deprisa. A los diecisiete quedó tercero en un concurso de talentos musicales del último curso del instituto. (Su compañero de instituto Stephen Jay Gould, una persona muy musical desde la infancia, fue el segundo). Gerry escogió música como asignatura principal en la universidad, donde se ganaba la vida dando clases de guitarra y banjo. Esta pasión por la música ha sido fundamental en su vida desde entonces.
No obstante, la naturaleza impone límites. Poseer tono absoluto, por ejemplo, depende enormemente de una temprana preparación musical, pero esta preparación, por sí sola, no garantiza el tono absoluto."

miércoles, 4 de marzo de 2009

Conocer tu registro

"Le pregunté a Dizzy: ¿Por qué no puedo tocar agudo como tú? Porque no oyes allí arriba, respondió. Tú oyes en el registro medio. Y es cierto. Hay veces en las que ni siquiera puedo distinguir cuáles son los acordes con los que está trabajando Dizzy cuando está allá arriba; y sin embargo él me dijo que lo que toca es una octava más arriba que lo que yo hago"

("Miles Davis. La biografía definitiva.
Ian Carr")