Resulta muy estimulante descubrir como en la antigua Grecia trataban a la música con tanta veneración.
"[...] Los griegos de la época de Platón opinaban que el tipo adecuado de música era un poderoso instrumento educativo que podía transformar la personalidad de los que la estudiaban, induciéndoles a alcanzar la armonía y el orden interiores. De igual forma, el tipo inadecuado de música podía tener efectos muy perniciosos. [...] Platón, en "La República", se refiere a las palabras de Sócrates en los siguientes términos:
Afirmo, por tanto, Glaucón, que la formación musical es un instrumento más poderoso que cualquier otro porque el ritmo y la armonía encuentran un lugar en los internos lugares del alma, donde pueden imprimirse. Así, transmiten gracia y dignifican el alma de aquel que esté educado como es debido o hacen desgraciada el alma de aquel que no esté educado como es debido. Diré también que quien haya recibido esta educación verdadera del ser interior podrá percibir con mayor astucia las omisiones o faltas en el arte o en la naturaleza y lo hará con un buen gusto genuino. Y mientras canta alabanzas y se regocija por el bien que se aloja en el interior de su alma, y se hace noble y bondadoso, sabrá culpar con justicia y odiar al malvado, ahora que es joven, incluso antes de poder saber por qué. Y cuando la razón se persone, la reconocerá y la recibirá como a una amistad conocida gracias a la educación que ha recibido"
(La música y la mente. El fenómeno auditivo y el porqué de las pasiones. Anthony Storr)
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me gustan estas ultimas cosas que has escrito. Jose
Publicar un comentario