miércoles, 17 de diciembre de 2008

Pasar de la frase imitativa a la creativa

“El jazzman recicla un cuerpo infinito de frases musicales, a las que añade cuando las musas lo permiten, un sonido de inspiración novedosa, un hábil giro de la frase o una excitante idea rítmica. Las técnicas improvisatorias de la mayoría de Jazz se basan en la imitación, pues muchas de sus “ideas” responden a iniciativas planteadas anteriormente por los gigantes del género: los Armstrong, Morton, Beiderbecke, Hines, etc. A raíz de su aparición en 1917, la grabación fonográfica pronto se convirtió en elemento didáctico; […] En todo caso, el verdadero maestro de Jazz está capacitado para pasar de la frase imitativa a la creativa; cuando lo hace, el estilo fluctúa y se transforma”

(Bud Freeman).

“Todos los músicos nos repetimos de vez en cuando, porque uno desarrolla determinadas frases a su manera […] y acaba encariñándose con ellas. Esto es algo que los críticos nunca han comprendido. Los críticos quieren que cada vez toques de manera diferente […] Ahí radicaba precisamente la grandeza de Louis, en que siempre tocaba sus frases preferidas, pero nunca lo hacía de manera mecánica. Porque las sentía.”

(La historia del Jazz clásico por Frank Tirro)

Creatividad y capacidad de abstracción

No existe palabra para describir la grandeza de la música. Y a la vez, la palabra “grandeza” es perfectamente válida para describirla, pues todo está en la música. Me gusta decir cuando tengo ocasión: De la música no puede salir nada malo, y realmente no puedo recordar si es una frase tomada de alguien, o si es mía, pero no tiene importancia.

Acerca de la creatividad... ese tema me fascina. Entiendo la creatividad como cualquier estado en el que uno/a pierde la noción de lo físico (entendamos físico como “consciente”). Cuando creas, ya sea proyectando mentalmente o intentando ejecutarlo de forma espacio-temporal, ¿qué es físico entonces? El período durante el cual perdemos la noción del espacio-tiempo, principalmente con el poder de nuestra capacidad creativa me parece fundamental. No se me ocurre una vida más convenientemente empleada que la que se fundamenta en la abstracción (creatividad). Las obras que son fruto de la abstracción, siempre serán convenientemente contagiosas para los individuos sensibles a cada obra en particular.

Llevo varios años con la cuestión que sigue: ¿Qué importancia puede tener el hecho de que en base a dos individuos distintos, uno alcance una gran capacidad de abstracción escuchando “el último ritmo de moda”, mientras que el otro necesita escuchar algo así como la grabación “Potato Head Blues” de Louis Armstrong para poder conseguir un estado similar?

No lanzo esta pregunta con ironía (quiero aclarar esto).

También se va a dar el caso de que el mismo individuo sufra cambios en sus necesidades para alcanzar ese estado de abstracción durante el desarrollo de su vida. Así, un solo individuo, incluso a lo largo de una simple jornada sentirá un montón de preferencias distintas acerca de lo que considera apropiado para abstraerse en un momento dado…

martes, 9 de diciembre de 2008

Bill Evans habla. 5ª parte


"Con el tiempo aprendes a hacerlo. De hecho, muchas veces estás convencido de que te faltan las fuerzas para subir a un escenario y ponerte a tocar, pero en cuanto estás ahí, en cuanto llega la hora, descubres que sí tienes la disciplina necesaria, Hay unos mínimos en mi creatividad profesional que me sirven para salir al paso en cualquier actución ante el público... Pero no hay nada como saber que estás tocando como nunca, y eso sólo pasa de vez en cuando. Nunca sabes cuándo va a suceder. Por más que te lo propongas y que quieras revivir lo que sucidió en el pasado, no te queda más remedio que aspierar a ello. Y sólo a veces alcanzas ese nivel."

(Extraído de la misma fuente)

Bill Evans habla. 4ª parte


Evans habla así de su pasión por el jazz:

"Hoy no me cabe la menor duda de que el jazz es lo más importante que hay en mi vida. Pero nunca fui consciente de ello. Descubrí el jazz cuando fui a la universidad-me licencié como profesor de música porque creía que podría dedicarme a la enseñanza- pero, cuando llegó el momento de la verdad, me lancé a la piscina del jazz. Lo llevaba dentro y ni siquiera lo sabía. Es como cuando le preguntas a un chico qué quiere ser de mayor. Yo habría respondido cualquier cosa, porque no tenía ni idea, y no creo que haya muchos críos que de veras lo sepan. Pero el jazz me atrapó... me llevó de aquí para allá hasta que acabé por entender que era el eje sobre el que giraba mi vida.
No me considero un músico de mucho talento, pero eso ha sido en cierto sentido una ventaja, porque he tenido que esforzarme por alcanzar mis metas, y eso me ha obligado a ser más analítico y a intentar construir algo...
Creo que mucha gente no es consciente de las dimensiones reales del problema, porque no se considera apta para la tarea ya que no llega a dominarla de inmediato o su impaciencia es tanta que es incapaz de llegar hasta el final. Pero una vez entendido el problema, el viaje puede ser apasionante."

(Extraído de la misma fuente)

Bill Evans habla. 3ª parte


En algunas ocasiones, Bill recurrió a la técnica de la grabación multipista, grabándose así mismo varias interpretaciones superpuestas. Ante esta práctica, mucha gente le criticó por ausencia de "jazz", ante lo que él respondió:

"Hasta la evolución de la improvisación colectiva jazzística, la historia de la música occidental, o de la música tal y como la conocemos dejando a su lado el jazz, recoge el trabajo mental de una psique. Por vez primera en la música de raíz occidental, la improvisación colectiva jazzística recoge la provocadora revelación de dos, tres, cuatro o cinco mentes pensantes que se responden simultáneamente entre sí en una interpretación unificada y coherente.
Recuerdo que en estos temas, conforme escuchaba la primera toma mientras grababa la segunda y las dos primeras al tocar la tercera, optamos por duplicar artificialmente las interpretaciones simultáneas de modo que cada pista representara una psique musical que respondía a otra u otras psique musicales. Habrá quien diga que es la misma cabeza pensante la responsable de las tres interpretaciones, pero no es del todo cierto. Cada una de las pistas tiene una función distinta, del mismo modo que, al hablar, nuestro estado de ánimo no es el mismo al hacer una afirmación que al responder a una declaración a al comentar el deálogo que han construido las dos frases anteriores; creo, por lo tanto, que esta música tiene más de "trío" que de trabajo en solitario.
También hay que tener en cuenta que yo conozco mi técnica musical mucho mejor de lo que pueda conocerla cualquier otra persona, y creo, por extensión, que estoy en disposición de responder a mis interpretaciones previas con una claridad y una precisión absolutas."

(Extraído de la misma fuente)

Bill Evans habla. 2ª parte


He aquí la traducción del comentario del libreto del disco "Kind of Blue" de la mano de Bill Evans:

"Existe un arte visual japonés en el que el artista está en la obligación de ser espontáneo. Debe pintar, sobre un fino pergamino, con un pincel especial y pintura negra de acuarela, con el cuidado de que un brochazo forzado o interrumpido no destruya la línea o traspase el pergamino. No hay lugar para los borrones o los cambios. Estos artistas deben someterse a una disciplina específica: la de permitir que la idea se exprese a sí misma en comunicación con sus manos de forma tan directa que no puede interferir la reflexión.
Esta convicción de que la acción directa es la reflexión más llena de significado ha intervenido, en mi opinión, en la evolución de disciplinas extremadamente rígidas y especiales como son las del músico de jazz o del improvisador."

(Extraído de la misma fuente)

Bill Evans habla. 1ª parte


Bill Evans sobre la importancia de lo esencial por encima de la técnica a la hora de expresarse:

"Es casi un poeta popular, pues alcanza elevadas cotas artísticas gracias precisamente a su sencillez. Las cosas sencillas, lo esencial, con las importantes, pero a veces las expresamos de un modo terrivlemente complejo. Lo mismo sucede en el terreno musical con la técnica. Intentas dar voz a una emoción sencilla como el amor, el entusiasmo o la tristeza, y suele ocurrir que la técnica entorpece esta labor, que acaba por convertirse en fin en sí misma cuando no debería ser más que el canal que permite la comunicación entre las ideas y los sentimientos. El gran artista siempre sabe llegar al quid de la cuestión, y posee una técnica tan natural que es imperceptible. Nunca me he topado con grandes dificultades, y eso me preocupa. Espero que no acabe convirtiéndose en un estorbo."

(extraído del libro "Vida y música de Bill Evans" Peter Pettinger)