Superar las deficiencias técnicas de tu instrumento, aprender a interpretar acordes y progresiones de acordes, responder de forma instantánea a las decisiones de otras personas, conocer los ritmos sincopados, dominar una serie de melodías y poder improvisar en una lengua musical requiere mucho tiempo. Sin embargo, una vez que logras dominar esa lengua, debes expresar tu propia versión de la misma si quieres tener éxito. Y eso supone recorrer un largo camino, y no tan sólo en lo que se refiere al tiempo, sino también al esfuerzo y la perspectiva.
[...]Vivir con el jazz, ya sea tocándolo o escuchándolo, te hace pasar por fases muy diferentes. El poder natural de comunicación que posee este estilo de música te ayuda a tratar toda clase de temas con las personas más diversas, incluidos tus propios hijos.
jueves, 3 de junio de 2010
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