lunes, 24 de enero de 2011

Estado de flujo

[...] El estado de flujo tal vez represente el grado superior de control de las emociones al servicio del rendimiento y el aprendizaje. En ese estado las emociones no se ven reprimidas ni canalizadas sino que, por el contrario, se ven activadas, positivadas y alineadas con la tarea que estemos llevando a cabo. [...] en este estado, la atención se focaliza tanto que la persona sólo es consciente de la estrecha franja de percepción relacionada con la tarea que está llevando a cabo, perdiendo también toda noción del tiempo y del espacio. [...] los momentos de flujo son momentos en los que el ego se halla completamente ausente. Paradójicamente, sin embargo, las personas que se hallan es este estado exhiben un control extraordinario sobre lo que están haciendo y sus respuestas se ajustan perfectamente a las exigencias cambiantes de la tarea. Y aunque el rendimiento de quienes se hallan es este estado es extraordinario, en tales momentos la persona está completamente despreocupada de lo que hace y su única motivación descansa en el mero gusto de hacerlo.

[...] Tal vez la destreza práctica que permite a la gente entrar en el estado de flujo tenga lugar después de dominar los movimientos básicos de una determinada actividad ya sea física o mental. Una movimiento bien practicado requiere mucho menos esfuerzo mental que aquél otro que esté siendo aprendido o los que todavía resultan muy difíciles.

[...] Por encima de cualquier cosa, lo que los pintores quieren es pintar. Si el artista que se halla frente al lienzo comienza a preguntarse a cuánto venderá la obra o lo que los críticos pensarán de ella, será incapaz de abrir nuevos caminos. La obra creativa exige una entrega sin condiciones

(para ampliar información sobre esta entrada: inteligencia emocional. Daniel Goleman)

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